Uno de los aspectos claves a la hora de llevar a cabo el desarrollo de cualquier proyecto inmobiliario es la financiación del mismo. Esta tarea supone un desafío que requiere una planificación estratégica, conocimiento del mercado y también la habilidad para elegir aquellas fuentes de financiación o recursos más adecuados para llevar a cabo el mismo.
Para ello, es importante conocer todas las alternativas de financiación disponibles a día de hoy, las cuales van más allá de los métodos más tradicionales vinculados con entidades bancarias. Y eso es, precisamente, en lo que vamos a ahondar a lo largo de este artículo, poniendo especial énfasis en las características de cada uno de estos métodos y conociendo las ventajas que pueden aportar a las constructoras y/o promotoras inmobiliarias.
¿En qué consiste la financiación de promociones inmobiliarias?
El desarrollo de un proyecto inmobiliario requiere que la empresa que lo está llevando a cabo disponga de los fondos necesarios como para hacer frente al mismo. Dinero que se destinará al pago de salarios, abono de materiales y todas aquellas cuestiones relacionadas con la ejecución de dicha promoción.
No obstante, para poder disponer de esta liquidez, las empresas, constructoras y las promotoras inmobiliarias deben valerse de la financiación que le ofrecen las entidades financieras o las empresas privadas, existiendo distintas alternativas que podemos valorar dependiendo de nuestras necesidades específicas. Vamos a conocerlas con mayor detalle a continuación
¿Qué alternativas tienen los promotores inmobiliarios para financiar proyectos?
La financiación dentro del ámbito inmobiliario es una cuestión sumamente importante y que debemos tener bien atada. Estamos hablando de fuertes inversiones que se deben acometer en general mucho antes de conseguir los ingresos que nos reportarán las ventas de dichos activos, por lo que es necesario conocer las distintas opciones de financiación a nuestro alcance.
Uno de los métodos más tradicionales de financiación consiste en acudir a los bancos para solicitar aquel dinero que necesitamos para sacar adelante nuestro proyecto. No obstante, debemos tener en cuenta que se trata de entidades que imponen ciertos requisitos a los promotores, los cuales veremos más adelante.
Financiación bancaria
En cualquier caso, cada vez resulta más difícil acceder a este tipo de financiación y suele conllevar un periodo de tiempo bastante prolongado, lo que hace que muchas veces resulte más interesante acudir a otras fuentes de financiación alternativas.
Financiación alternativa
Una opción cada vez más habitual entre las empresas que necesitan liquidez es la financiación alternativa, donde se pueden distinguir dos grandes productos:
Préstamo promotor
En el ámbito privado se dispone de una alternativa de financiación muy interesante e ideal para comenzar o continuar desarrollando un proyecto de este tipo: el préstamo promotor. Se trata de una forma sencilla y rápida de obtener los fondos que necesitamos para llevar a cabo el proyecto, siempre contando con el respaldo de grandes entidades bancarias.
En el caso de Stronghold, llevamos desde 2019 ofreciendo este tipo de alternativa de financiación y contamos con más de 100 proyectos cerrados de manera exitosa, siempre avalados por la reconocida entidad bancaria Goldman Sachs.
Préstamo puente
Finalmente, si lo que necesitamos es una inyección económica puntual que nos permita acometer el proyecto, podemos optar por un préstamo puente para promotores inmobiliarios. Este tipo de instrumento financiero está especialmente pensado para aquellas situaciones en las cuales estamos esperando otra fuente de financiación, pero mientras tanto, necesitamos cierta liquidez.
Se trata de una alternativa que ofrecemos en Stronghold desde hace mucho tiempo y que es sumamente útil, puesto que nos aporta el dinero que necesitamos en un periodo muy corto de tiempo y de manera flexible.
Qué se financia en un proyecto inmobiliario
Una vez conocidas las fuentes de financiación a las que podemos acceder, es importante repasar cuáles son las áreas, dentro de un proyecto inmobiliario, que pueden requerir financiación.
Hablamos de:
- Adquisición del terreno en el cual se va a realizar la edificación. Este tiene asociados ciertos costes adicionales como son los impuestos, licencias, etc.
- Realización de la obra. Se refiere a la construcción en sí misma, la cual aborda los costes desde las etapas de excavación hasta la finalización de esta. De hecho, es importante conocer los precios de los materiales de construcción, puesto que la tendencia actual del sector en lo que respecta al precio de las materias primas es un poco inestable.
- Los flujos de tesorería generados a lo largo de la promoción. Es decir, aquellos ingresos y gastos asociados al proyecto que van variando mientras se lleva a cabo el mismo y que deben tenerse controlados durante todo el proceso.
Cualquiera de los 3 puede requerir la solicitud de un dinero adicional que nos permita darle continuidad al proyecto.
Requisitos de inversión mínimos para el promotor
Por último, debemos destacar que, la hora de otorgar financiación, las entidades pueden solicitar una serie de requisitos a los promotores, los cuales serán más o menos flexibles dependiendo de la cuantía económica y del tipo de entidad en sí misma.
En el caso de las entidades bancarias, la política habitual de riesgos consiste en conceder financiación a proyectos inmobiliarios en los que el promotor ha desembolsado con recursos propios la totalidad o una parte muy importante del suelo (mínimo del 50%) donde se desarrollará el proyecto inmobiliario.
Esto implica que se trata de un tipo de financiación que no es apto en caso de que necesitemos liquidez para la compra del terreno, sino que tendríamos que acudir a otras alternativas de financiación que puedan respaldarnos con la compra del terreno.
Otro de los aspectos que se suele valorar como requisito para acceder a la financiación, es la demanda social del suelo. Es decir, si realmente se trata de una zona en la cual las viviendas se van a vender con facilidad el día de mañana o si, por el contrario, no existe demanda por parte de los consumidores. Y, finalmente, también se tendrá en cuenta el perfil del promotor, valorando aspectos como su solvencia o reputación.
En cualquier caso, corresponde a la entidad que va a aportar el capital la tarea de llevar a cabo una evaluación de riesgos que le permita determinar si la operación de financiación debe realizarse o no.
Conclusiones
La financiación dentro de un proyecto inmobiliario es algo totalmente necesario para llevar a cabo el mismo. Pero, lejos de acudir a las fuentes de financiación tradicionales, lo que deben hacer las constructoras y las promotoras inmobiliarias es valorar las distintas opciones a su alcance y elegir aquella que pueda adaptarse mejor a sus necesidades a la hora de invertir en Real Estate.
Esperamos que este artículo te haya resultado útil para entender cómo financiar un proyecto de promoción inmobiliaria y recuerda que desde Stronghold podemos ayudarte a conseguir los fondos que necesitas de manera flexible y sencilla. No lo dudes más y ponte en contacto con nosotros.